La isla de plásticos
Hace algunos años podríamos pensar que la idea de que pudiese existir una isla hecha enteramente de plástico, era más propia de una película de ciencia-ficción o futurista que una realidad, algo que jamás pasaría porque claro, es imposible.
Bueno, hoy, en pleno 2018, podríamos decir que, si se rodase una película de ese estilo, se tendría que basar en hechos reales, pues dicha isla ya existe y se encuentra en el Océano Pacífico, en su zona más oriental para ser más concretos, y es conocida por el nombre de La isla de plásticos; pues la conforman, más o menos, un número total de 1'8 billones de fragmentos y piezas de este material que van desde las redes de pesca desechadas, pasando por botellas, bolsas o trozos de tablas de surf, entre miles de millones de otros tipos que se encontrarán sin problema en la misma, siendo 16 veces más grande de lo que antes de analizarla, se había estimado.
Bueno, hoy, en pleno 2018, podríamos decir que, si se rodase una película de ese estilo, se tendría que basar en hechos reales, pues dicha isla ya existe y se encuentra en el Océano Pacífico, en su zona más oriental para ser más concretos, y es conocida por el nombre de La isla de plásticos; pues la conforman, más o menos, un número total de 1'8 billones de fragmentos y piezas de este material que van desde las redes de pesca desechadas, pasando por botellas, bolsas o trozos de tablas de surf, entre miles de millones de otros tipos que se encontrarán sin problema en la misma, siendo 16 veces más grande de lo que antes de analizarla, se había estimado.
Foto: The Ocean Cleanup (tw) |
¿Cómo afecta esto a la vida marina?
Obviamente, de forma negativa, pues a la vez que perjudica a la vida vegetal, los animales marinos, muchas veces confunden estos residuos con comida, y debido a esto, al intentar digerirlo, mueren, pues este material, no posee ni proteínas, ni minerales, ni grasa ni hidratos de carbono, solo toxicidades y daños irreparables en el estómago de estos animales, así como daños superficiales que acabarán repercutiendo a largo plazo en su salud, por ejemplo, esto ocurre mucho con las tortugas, que, en el caso de que no se lo coman, se quedan atrapadas en uno de estos plásticos y al no poder quitarlo, les deteriora el caparazón, desgastándoselo y causándole heridas, o en las ballenas, pues ya no es la primera vez que se encuentra a este cetáceo muerto con miles de plásticos en su interior.
Foto: express.co.uk |
En la lucha por eliminarla, se han realizado varias labores de limpieza, pero a pesar de ello, es tan grande que es un problema muy difícil de erradicar, y si no nos concienciamos de lo perjudicial que resulta, nunca se conseguirá eliminar.
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